En Don Benito y Villanueva han abiertos los restaurantes ‘Becada’

En las Vegas Bajas del Guadiana se cultiva muy buen arroz. Ahora, además, se cocinan arroces exquisitos. Visitamos este sábado un restaurante llamado ‘Becada’, que en realidad son dos, uno en Villanueva de la Serena (calle San Benito, 1, junto a la iglesia más representativa) y otro en Don Benito (plaza del Museo, no lejos de la iglesia más característica). El chef y dueño de los restaurantes junto con Isabel, su mujer, es Jorge Díaz, un extremeño que, tras formarse en su tierra como cocinero, encontró trabajo en Levante. Allí aprendió las claves del buen arroz y conoció a una levantina, hoy su pareja. Abrieron una arrocería en A Coruña, pero les tiraba el sol y han acabado en Villanueva-Don Benito.

El ‘Becada’ de Villanueva de la Serena es un local agradable con terraza: mantelitos individuales en las mesas, suave música ambiental, no hay tele y la vajilla es de la India. Al sentarte te ponen unas aceitunas machadas y aceite extremeño Martín Prado de la variedad picual para alegrar el pan. Una particularidad de ‘Becada’ es que venden una sabrosa salsa de tomate casera y unos caldos para el arroz muy eficaces. Todo lo elaboran ellos.

Pero ya tenemos ante nosotros la carta y en ella aparecen 13 arroces diferentes. Lo tienen a banda con calamar (8,90 euros), negro con calamar, gambones y ali-oli (14,50), con pollo y verduras (12,50), un intrigante arroz de ciervo con curry indio y boletus (13,50), lo preparan meloso de zamburiñas (15,50) y meloso del señorito con atún, mejillones, gambitas peladas y espárragos (15,50). Hay más, pero acabamos la relación con un arroz seco con pato confitado en su manteca y verduritas (15,50) y otro meloso con verduras y carrilleras ibéricas estofadas al Oporto (15,50). Los arroces secos se pueden cambiar por fideuás.

Pedimos el arroz del señorito y disfrutamos de lo lindo. No es fácil hacer arroz, pero esta pareja, sustancioso maridaje de Extremadura y Levante, lo borda y lo presenta en peroles muy propios. Ya que estamos con los peroles, vamos a detenernos en una de las curiosidades de la carta: los perolitos, raciones muy ricas y originales, castizamente presentadas en estos recipientes. Hay perolitos (8,90) de alcachofas crujientes con lascas de ibéricos y aceite de ajos, de bacalao en tempura con ensalada verde y ali-oli, de carrilleras de cerdo ibérico al Oporto con patatas fritas, de pollo crujiente, salsa César, pasas, queso feta, confitura de cebolla y crocanti, etcétera.

Antes del arroz con el marisco pelado, disfrutamos de unas croquetas de bacalao (cuatro y grandes, 4,50) que superaron con nota la prueba: ya saben, por las croquetas y la tortilla de patata se sabe dónde hay calidad y dónde hay cuento. En ‘Becada’, la tortilla de patatas es original y jugosa pues lleva zamburiñas y el preparado de tomate de la casa (12,50). La tortilla está dentro del epígrafe ‘Cocina castiza’, que ofrece uno de los guisos más singulares de la carta por aunar la tradición y la novedad: callos de waygu con chorizo, morcilla, pata y morro (16,50), un plato obligado.

La carta de ‘Becada’ atrapa a los jóvenes con sus cubos y sus combos surtidos (12,90-16,90), a los sofisticados con su ‘tomahawk’ de waygu-beef con patatas fritas (58,50 el kilo), a los buscadores de experiencias con su lacón de presa ibérica con espárragos salteados, tomates secos y salsa de soja (13,80) y para los que no quieren riesgos: pizza margarita con quesito suave y tomate ecológico (9,50). Por tener, tienen hasta platos misteriosos: panipuri con crudité de aguacate y cebolla, buttermilk y spicy de tomate (7,50).

Para acabar, postres dulces y suaves como el hojaldre de helado de turrón, chocolate fondant y y crocanti (6,50) o la tarta de queso con canela y salsa de frutas del bosque (6,50), que probamos y disfrutamos. Los postres son caseros, como todo en ‘Becada’, un restaurante que merece un viaje, ya sea a Don Benito, ya sea a Villanueva.

Fuente: Hoy.es